PENSAMIENTOS SUELTOS

Por: Debora Ducrot

Uaff, imaginar mi vida sin ver como hoy reflejada en pantalla parte de mi alma, que situación más confusa. Pensaba que tener una vida aparte de la realidad misma era una locura; hoy para mí es un complemento. Débora es una parte de mi ser; es todo lo que no soy en realidad y sin embargo soy yo misma; Débora, mi avi es parte de mi, nunca está desligada; soy yo el motor real de sus actos en pantalla; de sus comportamientos y de su atención.

Qué individuo podría desligarse completamente de sí mismo y encarnar en otro sin morir?; quién de todos los que me leen puede afirmar que olvida todo su ser “real” mientras está en frente de su computadora, y si lo pueden afirmar cómo es posible que haya alguien de carne y hueso en frente de una pantalla dedicando parte de si mismo (esto es tiempo-espacio-energía) para reflejar lo que supuestamente no es él, no viene de él, por un lapso de tiempo en la red?.

Nuestro avatar lleva de nosotros más de lo que imaginamos; en la mayoría de los casos, no se es consciente de ello … o no se quiere ser consciente; como individuos somos testarudos por naturaleza. Analicemos… somos el motor de nuestro avatar. No me refiero sólo a cabellos, shapes y skins; ni a sexo, skates o animales; sino bien a la manera cómo “actuamos” en el mundo; la apariencia sólo es un complemento que idealiza en cierta medida ante los otros nuestro comportamiento; ese “actuar” deviene entonces de el “motor”; del sujeto autor de esa acción y obviamente no es un sujeto en bits sino real, lleno de anhelos, alegrías, frustraciones, sueños, inseguridades, atributos, cualidades, capacidades, debilidades, capaz de reflejar su yo real o simulado (fantaseado), en el avatar que el sistema Second Life le proporciona.

La realidad, es más que realidad, la virtualidad igual; marcar un límite claramente diferenciado resultará siempre ambiguo.

d.deb