Es una realidad paralela que ya cuenta con 7,2 millones de adeptos, entre ellos, unos 10 mil compatriotas que se identifican en el ambiente virtual más popular del momento.
Aún no son las 10 de la noche y la fiesta está en pleno furor. La mayoría de las casi 15 personas que bailan en la playa a la luz de la luna llena parecen amigos de toda la vida, y ninguno le pierde el paso al reguetón, la salsa y el vallenato.
El bogotano 'Kamian Ur', vestido de ángel negro, hace alarde de los pasos más osados del reguetón con 'Marcela Singh', una tímida manizaleña recién llegada que encontró la playa por mera casualidad.
Todos lucen felices y no hay Policía que venga a callar la bulla ni borrachos conflictivos. La única que se siente mal es 'Lapaisa27 Babii', que se va a dormir temprano porque le duele la cabeza.
Esta es la noche típica en el enclave colombiano en Second Life (Segunda vida), el software en línea que marca la tendencia en el momento.
Este pequeño espacio, que cualquiera envidiaría en la vida real, tiene palmeras, plazas típicas, un café con rocola para sentarse a escuchar música tradicional del país y hasta un museo de pinturas y esculturas de Fernando Botero y Ómar Rayo.
Esta noche no vino al baile el dueño de estos predios, 'Dallas492 Eilde', un bogotano de 50 años que vive en Francia y que paga el equivalente a unos 570 mil pesos mensuales para que sus paisanos construyan un espacio de encuentro virtual.
Colombia, una isla en Second Life
A la manera de un profeta que guía a sus nostálgicos discípulos, 'Dallas' quiere comprar una isla -dice que le sale más barato que pagar el costoso terreno en la Francia virtual- y trastear el pequeño paraíso colombiano a un lugar más independiente, sin tiendas de ropa con letreros en inglés y francés a lado y lado.
Quiere construir en la nueva isla réplicas de los íconos del país y crear incluso una universidad. Ya hay una sede en construcción para que sirva como centro educativo.
Pero por ahora, los 44 miembros del grupo de amigos 'Colombia Conexión' y las decenas de visitantes esporádicos se conforman con 'vivir' en un segmento de la isla llamado France Midi Pyrinees. Por ahora han convivido en paz con los vecinos, pero quieren independencia.
Activistas incansables
No hay que juzgar mal a los colombianos virtuales, pues a pesar de sus fiestas frecuentes, no son tan parranderos como parecen, y no solo están aquí para divertirse.
El mes pasado organizaron una marcha por las calles de su isla para protestar por el secuestro en Colombia. Con banderas tricolores, pancartas y camisetas estampadas pararon el tráfico de esta zona del mundo virtual.
Eso ocurrió el pasado 12 de mayo, e incluso los franceses anfitriones de la isla se unieron a la manifestación.
En una cita sagrada, los miembros más activos se reúnen todas las tardes a eso de las 4 p.m. (hora colombiana) en el edificio que construyó 'Kamian' como sede. Discuten los problemas nacionales y planean una campaña de solidaridad con el país en este mundo virtual.
"Diría que el 80 por ciento de los miembros del grupo somos profesionales, desde ingenieros hasta publicistas y comunicadores", explica 'Dallas', de 40 años, quien trabaja como comisionista de bolsa en la vida real. En Second Life es negociante de bienes raíces.
"Algunos viven en Colombia y otros estamos en el exterior. Queremos hacer actividades para unirnos en Second Life, y plantear soluciones a los problemas del país", agrega.
Él, como muchos otros habitantes de Second Life, prefiere que lo llamen por su nombre virtual. Es el más asediado de los colombianos en la isla, pues es quien guía a los demás en este planeta recién creado.
De hecho, el grupo tiene solo tres meses y 'Dallas', el más antiguo residente, lleva apenas seis en Second Life.
La comunidad es todavía pequeña, y la fiesta de esta noche lo confirma. Como explican los mismos asistentes al evento, a pesar de que unos 10.000 compatriotas tienen registro en Second Life, muchos no entran seguido y otros andan dispersos en otras comunidades.
Aún así, los pocos que se encuentran en el mundo virtual quieren permanecer unidos.
Por eso, por estos días las fiestas son frecuentes. Y no hay guayabo. Solo el trasnocho de los que tienen que madrugar y volver a su mundo real al otro día: 'Lapaisa27' deja su bikini y vuelve a ser Catalina, la publicista de 27 años que vive en Medellín. 'Kamian Ur' pierde sus alas y regresa a su trabajo de arquitecto y a su papel de profesor de la Universidad Javeriana.
Una realidad paralela con 7,2 millones de adeptos
Second Life es una de las últimas fronteras de Internet. Desde su creación en 2003 se ha perfilado como uno de los más prometedores ambientes virtuales.
Consiste en un universo paralelo con su propio horario y moneda, en el que se puede hacer lo mismo que en la vida real: comprar una casa, ir a un centro comercial, visitar amigos, apostar, viajar o hacer negocios.
La ventaja es que el dinero que gane en Second Life puede convertirse en dólares y hacerse rico en la vida real. Ya hay varios casos famosos de personas que se han dedicado a comprar y vender inmuebles en Second Life y que se han vuelto millonarios.
Para entrar es necesario descargar un programa, que funciona con sistemas operativos Windows y Mac, y tener conexión a la red preferiblemente de banda ancha.
El registro se realiza en la página web www.secondlife.com. Se puede escoger un nombre, diseñar su 'avatar' (personaje virtual) y vestirlo. Eso sí, cuando se sienta mal vestido, puede buscar trabajo y salir a comprar ropa.
Sirve para educar
Además de los negocios, el campo con mayor proyección en Second Life es la educación.
Universidades reconocidas de Estados Unidos ya cuentan con sus propios terrenos y dictan clases para estudiantes presenciales y a distancia. Aprovechan la ventaja del texto, audio y video en vivo que ofrece el sitio.
En Colombia, instituciones como la Universidad Javeriana preparan sus propios cursos en línea. Allí, la Facultad de Arquitectura y Diseño quiere crear un lugar que sirva como taller de diseño para sus estudiantes.
Incluso la plataforma RedP de la Secretaría de Educación de Bogotá planea instalar Second Life en instituciones públicas por su potencial pedagógico.
Espacios de encuentro muy colombianos
Café Colombia. Aunque permanece vacío, aquí se puede pedir un tinto y escuchar a algún paisano tocar el piano o poner a sonar la rocola.
Cine y emisora. Una radio de música colombiana y una sala de cine que también sirve para teleconferencias y cursos están en pruebas.
La diversión. Hay una ciclorruta con encuentros programados. El sitio más 'candente' es la playa, donde casi todas las noches hay rumberos.
También estudian. Uno de los edificios en construcción es el de Universidad Conexión Colombia. Ya hay docentes interesados en impartir cursos desde este lugar.
La galería. El maestro Fernando Botero es el más admirado en este sitio. Tiene un museo virtual extenso con reseñas de sus obras. Están por organizarse otras exposiciones.
Lo que dicen los habitantes de Second Life
* "Los colombianos estábamos muy dispersos en este mundo y monté el sitio para crear proyectos juntos".
'Dallas492 Eilde', líder colombiano en SL.
* "Llegué a pasar hasta 10 horas diarias aquí metida. Ahora solo entro a ratos, porque es muy adictivo y hay que tener otra vida".
'Lapaisa27 Babii', relacionista del grupo.
* "Second Life tiene mucho potencial en lo educativo. Algunas entidades nos han contactado para dar clases aquí".
'Kamian Ur', arquitecto del sitio colombiano.
* "No me gusta hablar de mi 'primera vida'. Lo que me encanta de esto es ser anónima y, claro, estar unida a mis paisanos".
'Caleñita Bechir', visitante.
ÉDGAR ALFONSO
REDACTOR DE EL TIEMPO
Fuente: ElTiempo.com/VidaHoy
2 comentarios:
Super el articulo....me gusto mucho, el saber que Los Colombianos vamos "p'lante".
PD.Gracias... Zach Gausman
Muchas gracias "Zach Gausman" por permitir que conozcan nuestro espacio en la Second Life y los proyectos y eventos que se hacen y que algunos no piensen que solo entramos a perder el tiempo. Y a Conexion Colombia, los quiero mucho y gracias por permitirme ser parte de tan maravilloso grupo. Besos.
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